Fueron tres días, donde la expectativa ciudadana marcó un antes y un después de ciertos candidatos, en cada manga hubo un ganador y de ellos haré referencia.

Lunes 29 de marzo: Verónika Mendoza (44%) / Alberto Beingolea: (16%)

Martes 30 de marzo: Hernando De Soto (57%) / Pedro Castillo: (27%)

Miércoles 31 de marzo: Rafael López Aliaga (32%) / Yonhy Lescano (31%)

A ojo de buen cubero y tomando en cuenta las cifras proporcionadas por la encuesta realizada durante los debates organizados por el JNE, claramente se puede ver una intención de voto mayoritario a favor del candidato de Avanza País – Hernando De Soto.

Arrasar en las encuestas, de un debate deslucido, no solo evidencia la poca capacidad de sus contendores, sino que, la falta de visión como estadistas, los hace ofrecer (en su mayoría) una serie de soluciones inviables, para una economía que debiera ser dirigida a mejorar el sustento de los peruanos, sin perjudicar las arcas públicas.

No es gratuito que el casi “Nobel de Economía” esté repuntando en la intención de voto, dado que sus propuestas están alejadas del populismo, al cual recurren los otros postulantes, por el contrario, busca reactivar una economía, en la cual, el estado, es el mayor detractor, sobre todo de los informales, haciendo el gobierno un papel de ente fiscalizador, que frena la superación y desarrollo de los peruanos.

La candidata Mendoza, se presentó con un mensaje esperanzador, sin embargo (sic) es “fiel creyente” del asistencialismo y ello conlleva a profundizar la brecha de pobreza a mediano plazo, como se ha visto en otras realidades, inclusive con economías más promisorias.

Las redes sociales empatizan con un ganador absoluto en estos debates, al margen de los resultados emitidos, el desempeño ante la confrontación, fue un arma bien empleada, demostró temple y capacidad para responder; sin embargo el señor Beingolea olvidó su mejor traje y eso evidentemente en el subconsciente e imaginario popular, le juega en contra, nadie quiere un presidente que represente a un mendigo sentado en un banco de oro.

Si las elecciones fueran el día del debate, sin lugar a dudas, en primera vuelta, tendríamos un justo ganador; no en vano es considerado una de las mentes más brillantes en temas de desarrollo económico, sino que su profundo amor por el Perú, lo lleva a esbozar un plan de soluciones, donde la palabra clave es: “destrabar”.

La informalidad en nuestro país, no está asociada al desorden, sino a la falta de acceso al capital, existen informales en las calles (los menos) y existen informales que están ordenados, asociados, agremiados o desde sus casas, emprendiendo un negocio que bien podrían generar mayores recursos.

La gran sorpresa en la encuesta, recae en Pedro Castillo, profesor que se hizo conocido en la huelga magisterial del 2017, este se presentó sin mayores recursos y con escasas posibilidades de conseguir una decorosa votación el 11 de abril.

“En la cancha se ven a los gallos”, no es malo leer, lo malo es hacerlo de manera nefasta, no sorprende la repartición de los números en la encuesta, por un lado el señor López Aliaga demostró que solo articula ideas, cuando su interlocutor no se muestra esquivo y por el otro un ex congresista que a modo de crisálida, pretende el máximo cargo, quedando deslucida su presentación y que ante algunas preguntas, prefirió el silencio.

Si buscábamos nuevas propuestas para concientizar nuestro voto, el más ecuánime sin lugar a dudas seria el que representa y proclama la importancia de generar un pacto social con aquellos que quieren ser parte de un sistema legal y formal.

“Cada día la gente en el Perú, a medida que pierde su esperanza, sabe que si no tiene trabajo o no puede crecer, es porque está bajo un Estado fallido”.

Resumo: el formato no ayudaba; ni el más encumbrado orador, hubiera podido trasmitir de manera asertiva, un mensaje contundente, podríamos consultarlo, lamentablemente quien sabría darnos un alcance, pasó a mejor vida.