en relación a los acontecimientos de las vacunas vip

Ya antes había defraudado al país, ya antes había renunciado; tiene el estigma de la “píldora del día siguiente”, tiene la mancha de la adquisición de los vehículos para la policía nacional con precios sobrevaluados, también hay indicios de negociación poco ortodoxa (por decir menos), durante su gestión, en la adquisición de ambulancias cuando era ministra de salud.

pandemia en jaque

Pilar Mazzeti asumió que debía vacunarse, al igual que los 487 funcionarios del gobierno peruano que así lo decidieron, ella quien era la rectora del ente que debiera salvaguardar la idoneidad del sector salud, ella que dijo: estoy agotada, estamos todos asustados, refiriéndose a la pandemia Covid-19; lo negó ante el congreso y se rasgó las vestiduras tras revelarse que el ex presidente Martín Vizcarra se había vacunado con las dosis de cortesía, al margen del ensayo clínico auspiciado por Sinopharm.

Ella “indignada” renunció.

¿No era lo más acertado hacerlo público en su momento?

¿Por qué se vacunaron a escondidas?

Dice el juramento hipocrático (entre otros):

Me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad, desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad.

Mantendré, en todas las medidas de mi medio, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica, mis colegas serán mis hermanos.

Tendré absoluto respeto por la vida humana.

Hago estas promesas solemnemente, libremente, por mi honor.

El nuevo ministro Óscar Ugarte, a cargo de la cartera, quien enfrentó la pandemia y estuvo en primera línea como gerente de operaciones de EsSalud, luego de conversar con su predecesora, entiende que ella (la Mazzeti), desconocía de la participación del presidente en el “Engaño Cínico” por parte del entonces mandatario.

Quedó grande la mortaja, ejemplo de idoneidad es Daniel Alcides Carrión, quien se inmoló al inocularse la “verruga peruana”, como parte del proceso, para experimentar y relatar la evolución de la enfermedad.

Ahora se entiende, la negativa, de permitir a los privados, traer la vacuna y conseguir una inmunización en paralelo; el gobierno haciéndose cargo de aquellos que no cuentan con el recurso y los empresarios, permitiendo la interacción de las farmacias particulares, logrando una vacunación masiva.

Hizo mal el ex presidente, hizo mal la canciller.

El se vacunó y también la esposa y también el hermano…

Se utilizó las dosis destinadas para proteger a los investigadores que participan en la prueba. ¿Fue, uso y abuso del poder?

Ella (la Astete), dice pertenecer a un grupo de riesgo, dice que por su cargo, no podía darse el lujo de arriesgarse a contraer la enfermedad; si tiene temores (entendible). ¿Por qué no declinó la aceptación del cargo en plena pandemia?

¿No se contagió el actual ministro en el desempeño de sus funciones, siendo él una persona que por su edad (76) es vulnerable?

¿Quiénes nos gobiernan?

Tan responsables son los que incurren en lo que podría configurarse como un delito, como los que por desconocimiento u omisión o falta de control, fueron “sorprendidos” con esta deslealtad, faltando a su deber como servidores públicos.

Solo queda esperar, que el proceso no quede truncado y se siga con el proceso de adquisición e inmunización de la población.